Dicen que las segundas oportunidades no siempre resultan bien y ese es un tema crítico para los que militamos en el mercado del usado. Y es que las segundas oportunidades pueden ser de esas situaciones que siempre cargan con la mala fama.
Volver a empezar no tiene por qué ser un desastre. Sin embargo hay que tener en cuenta pequeños detalles:
– No intente revivir un muerto. El único que ha resucitado es Jesucristo y muchos no lo creen.
– Donde hubo fuego, cenizas quedan. Aproveche para echarle abonos a las matas del jardín.
– Tenga en cuenta que una cosa es terminar y otra una pausa activa de cualquiera de los dos.
– Una cosa es cerrar un ciclo de buena manera, hablando, aclarando, discutiendo, aceptando errores, y otra, el punto de inicio de una nueva relación.
– Lo pasado es pasado. Lo bueno y lo malo tuvieron su tiempo y su espacio y deben ser vistos como eso: un buen o mal recuerdo.
– Las únicas personas que saben exactamente lo que pasó son ustedes. El resto son opiniones de chismosos, de sapos a los que nadie ha llamado y que siempre tienen una versión parcializada de la verdad (que generalmente es la que usted ha contado).
– Todo siempre tiene otra versión, siempre hay otra forma de ver las cosas, un espacio para la duda. Tenga en cuenta que los únicos que creen tener siempre la razón, son los locos, la guerrilla y los uribistas.
Volver a empezar no significa de ningún modo retomar la relación donde quedó. Por el contrario, es dejarla atrás, para empezar una nueva con la gran ventaja de que ya se saben, ya se conocen, ya se intuyen. Las personas con la suficiente inteligencia emocional son capaces de cambiar, de reconocer errores, de madurar las situaciones, de saber que lo vivido es cosa del pasado y una fuente inagotable de oportunidades a partir de la experiencia.
Volver a empezar puede ser una experiencia deliciosa entre dos personas diferentes, aunque sean las mismas. Pero no por lástima, no por arriesgarnos a ver qué pasa, no porque no hay más, sino todo lo contrario.Porque sabemos que la otra persona es la indicada.La clave es no intentar vivir lo ya vivido, sino darle otra mirada a una nueva posibilidad que la vida suele darnos.
