CARTA A UN POLVO QUE NO FUE
Me encanta el sexo y por lo que me dicen, soy buen polvo o por lo menos nadie se ha quejado. El caso es que hace algún tiempo caminaba yo con Max, mi perro, como lo hacía todos los días en la mañana.
LA RISA, REMEDIO INFALIBLE
Hoy recordé a mi padre en su viejo sillón, leyendo un arrugado ejemplar de la revista Selecciones. Le encantaba una sección que se llamaba “ La risa, remedio infalible”. Nada más cierto, o por lo menos a mí me ha funcionado porque nada me conquista más que un hombre que me haga reír.