LA SEÑAL QUE NUNCA LLEGA
Si de algo sufrimos los que estamos en el mercado del usado es de ansiedad. Necesitamos desesperadamente volver a creer, aferrarnos a una ilusión, agarrarnos de una esperanza. Sin embargo, la paciencia no es nuestra mejor virtud porque queremos que todo se resuelva pronto, de manera casi mágica, en forma instantánea para seguir adelante con nuestra vida, que por lo general se encuentra hecha jirones.