side-view-of-businesswoman-holding-colleagues-tie-2022-01-19-00-05-06-utc
Picture of Layk Team

Layk Team

UN ÁNGEL CAÍDO DEL CIELO

No sé en qué parte de la cadena alimenticia los hombres entendieron que a nosotros nos gustan los piropos. A mi se me paran las tetas pero no del deseo sino de la rabia.
Facebook
Twitter
LinkedIn
No sé en qué parte de la cadena alimenticia los hombres entendieron que a nosotros nos gustan los piropos. A mi se me paran las tetas pero no del deseo sino de la rabia.

Odio los piropos callejeros. Son invasivos, denigrantes, deshonrosos, degradantes, vergonzosos. No me gustan los requiebros de los obreros  que hemos terminado por pintarlos con un aura de folclor y de ternura como si no fueran  en el fondo un insulto. Odio también los de los compañeros de oficina, traspapelados en AZ  y en archivos de Excel y mucho menos me aguanto los requiebros de los jefes en un claro acoso laboral.

Que a toda mujer le gusta sentirse alabada puede ser cierto, pero por las personas correctas en las circunstancias ideales y no en la calle, mientras uno  se protege de la lluvia y los ladrones. Porque una cosa es que la persona que uno ama o por lo menos le gusta, nos diga que le encanta el nuevo corte de pelo, o que tenemos ojos lindos a que nos digan por la calle, “ricura” o “mamita deliciosa”.

Y es que además de burdos, los piropos callejeros suelen ridículos  en extremo: Angelitos que se caen del cielo, si como caminas cocinas, más apretada que tornillo de submarino, quiero ver esos zapatos al borde de mi cama. A qué persona en estado natural se le puede ocurrir que a una mujer, sin importar edad ni condición, le pueda gustar oír una estupidez de ese tamaño.

Señores, antes de abrir la boca para decir barbaridades, piensen que ustedes mismos tienen o tuvieron madre o tienen, tuvieron o tendrán hijas, que algún día tendrán que caminar por alguna calle…

Facebook
Twitter
LinkedIn

Otros Artículos interesantes...

Enmodo Mujer
admin

ENTRE LA ESPALDA Y LA PARED

Otro de mis amores no tuvo tanta anticipación como el primero. Ese no fue tan esperado. No tuvo la misma ilusión, pero tampoco tuvo el mismo desenlace. No le siguieron otros besos, ni miradas ni nada.

Leer más »
Layk people
Serendipias
admin

LA RISA, REMEDIO INFALIBLE

Hoy recordé a mi padre en su viejo sillón, leyendo un arrugado ejemplar de la revista Selecciones. Le encantaba una sección que  se llamaba “ La risa, remedio infalible”. Nada más cierto, o  por lo menos a mí me ha funcionado porque nada me conquista más que un hombre que me haga reír.

Leer más »
Layk people
El Mercado del Usado
admin

LA SEÑAL QUE NUNCA LLEGA

Si de algo sufrimos los que estamos en el mercado del usado es de ansiedad. Necesitamos desesperadamente volver a creer, aferrarnos a una ilusión, agarrarnos de una esperanza. Sin embargo, la paciencia no es nuestra mejor virtud porque queremos que todo se resuelva pronto, de manera casi mágica, en forma instantánea  para seguir adelante con nuestra vida, que por lo general se encuentra hecha jirones.

Leer más »